SALEM, Ore. — Un nuevo proyecto con una subvención del gobierno federal tiene como objetivo invitar a estudiantes hispanos en Oregón a carreras en agricultura y tecnología.

Chemeketa Community College en Willamette Valley ha recibió una subvención del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). El proyecto proporcionará exenciones de matrícula y pasantías pagas para estudiantes de secundaria, y colocará a 12 estudiantes de ciencias agrícolas de la universidad como mentores en escuelas secundarias locales.

Tim Ray, decano de Ciencias y Tecnología Agrícolas de la universidad, quiere combatir la idea errónea de que el trabajo agrícola solo se realiza en los campos.

“Realmente está capacitando a la gente sobre cómo administrar empresas agrícolas y trabajar con toda la tecnología que se incluye en la producción de alimentos, fibras y combustibles que hacen funcionar el mundo”, explicó Ray.

Señaló que hay trabajos basados ​​en la ciencia en la agricultura, así como oportunidades en marketing y finanzas. La subvención destinará casi $275,000 a Chemeketa.

Ray señaló que la universidad está trabajando arduamente para ofrecer cursos, especialmente en el lado sin crédito, en varios idiomas.

“Eso es importante para nosotros; eliminar esa barrera del idioma, tanto como sea posible”, enfatizó Ray. “Tratamos de tener personal bilingüe en el edificio”.

El USDA ha estado seleccionando proyectos de instituciones de educación superior al servicio de los hispanos, incluido Chemeketa, para financiarlos mediante subvenciones.

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Los colegios y universidades generalmente brindan programas y apoyos en persona para fortalecer los vínculos entre los estudiantes y crear un sentido de comunidad. Pero la pandemia redujo tanto el aprendizaje en persona como los eventos en todo el campus.

A medida que los estudiantes regresan a las aulas, una nueva investigación muestra lo que las escuelas podrían hacer para reconstruir esos vínculos. Ítaca, una organización sin fines de lucro que trabaja para mejorar las oportunidades educativas, alienta a las instituciones de educación superior a intensificar la construcción de comunidades.

Investigación de Emily Schwartz – gerente sénior del programa con el equipo de transformación educativa de Ithaka S+R – descubrió que un mayor sentido de pertenencia puede mejorar la experiencia académica de un estudiante y aumentar sus posibilidades de graduarse.

“Muchos estudiantes que ingresan a la universidad ahora”, dijo Schwartz, “no han tenido la oportunidad de tener la experiencia en persona, y sin esas raíces de las conexiones hechas en persona, creo que puede ser un gran desafío. “

Schwartz dijo que las escuelas deben asegurarse de escuchar a los estudiantes y líderes estudiantiles sobre lo que necesitan para tener éxito en un mundo pospandémico.

La matrícula de pregrado en las universidades ha caído un 6,6% desde el otoño de 2019, según el Centro Nacional de Investigación de la Cámara de Compensación de Estudiantes.

Para la mayoría de los estudiantes universitarios, la pandemia eliminó las citas de asesoramiento individual, los talleres de desarrollo profesional y los programas de tutoría. Schwartz dijo que eso ha sido especialmente difícil para los estudiantes de entornos históricamente subrepresentados, estudiantes de bajos ingresos y estudiantes de color.

Dijo que cree que será importante, particularmente para los colegios comunitarios, ofrecer actividades y programas más diversos para reconstruir un sentido de comunidad.

“Si está ofreciendo algún tipo de actividad a las 7 p. m. todas las noches y un estudiante tiene una familia e hijos, es posible que esa hora no funcione para ellos”, dijo Schwartz. “Entonces, creo que tener variedad en la programación es realmente importante”.

Agregó que la pandemia también magnificó las desigualdades sociales existentes en el acceso a la tecnología, incluidas las disparidades en el acceso a dispositivos digitales y de banda ancha.

El apoyo para este informe fue proporcionado por la Fundación Lumina.

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Esta semana, una escuela secundaria de Duluth cerró debido a una amenaza recibida por las autoridades. Los trabajadores sociales escolares de Minnesota dicen que, dado que la seguridad del campus sigue siendo una gran prioridad, están implementando enfoques para hacer que sus entornos sean menos siniestros y más acogedores.

La última amenaza sigue el susto de las redes sociales en todo el país del mes pasado en TikTok, así como un tiroteo mortal en la escuela en Michigan.

Sarah Mages, trabajadora social con licencia en la Escuela Intermedia St. Peter, dijo que los estudiantes se han enfrentado cada vez más a la ansiedad en las últimas dos décadas, con amenazas de violencia que juegan un papel.

Ella dijo que las conexiones emocionales entre el personal y los estudiantes son importantes.

“Acabamos de descubrir que si existe esa conexión”, dijo Mages, “los niños pueden y están dispuestos a hablar con esos adultos porque sienten que los cuidan”.

Su distrito ha realizado encuestas con estudiantes de secundaria y de quinto grado, preguntándoles si se sienten apoyados por al menos un adulto en su edificio. En ambas encuestas, tres cuartas partes de los estudiantes dijeron que sí.

Los trabajadores sociales en otros distritos dicen que las visitas domiciliarias y los equipos de intervención en crisis también son enfoques útiles que complementan las medidas de seguridad estándar.

La trabajadora social licenciada anterior de Lake High School, Nancy VanHorne, dijo que los mensajes de las redes sociales a menudo mezclan el mundo exterior con los entornos del campus.

Si esos escenarios hacen que un estudiante no quiera venir a la escuela, su personal podría visitarlo en casa para que se sienta tranquilo o acompañarlo en el campus.

“Sabes, hice que una estudiante entrara antes de que los estudiantes llegaran aquí una mañana”, dijo VanHorne, “y caminamos por el edificio y hablamos sobre algunas ansiedades que ella estaba teniendo”.

Kathy Kimani es la directora de la Oficina de Apoyo Escolar de las Escuelas Públicas de Saint Paul. Ella dijo que los esfuerzos de desescalada son importantes cuando surgen problemas.

Pero dijo que hay otras formas importantes de fomentar un entorno seguro, incluido el aprendizaje social y emocional.

“Podríamos hacer cosas como implementar algunas prácticas restaurativas”, dijo Kimani, “que comenzarían cuando los estudiantes se sentaran en un círculo, construyeran una comunidad y se conocieran entre sí”.

Estos tres profesionales, miembros de la Asociación de Trabajadores Sociales Escolares de Minnesota, dijeron que la pandemia se ha sumado a la ansiedad que sienten los estudiantes.

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El Sindicato de Maestros de Chicago celebró un día de acción ayer, al aire libre y en sus automóviles, en un esfuerzo por rechazar de manera segura el regreso inmediato a las clases en persona, con el aumento de la variante Omicron golpeando con fuerza el área.

Los docentes del sindicato tienen propuesto un regreso al aprendizaje en línea hasta el 18 de enero, para evitar un brote importante. La alcaldesa Lori Lightfoot se ha opuesto hasta ahora a regresar al aprendizaje en línea, incluso a corto plazo, diciendo que es más seguro para los niños estar en persona en la escuela por razones sociales, emocionales y de desarrollo.

Jesse Sharkey, presidente del Sindicato de Maestros de Chicago, dijo que los educadores también quieren eso.

“Hemos estado en las escuelas durante una pandemia tratando de educar a los niños, y ahí es donde queremos estar nuevamente”, afirmó Sharkey. “Pero estamos pidiendo algunas medidas básicas de seguridad de sentido común”.

El sindicato está pidiendo más apoyo de la ciudad para las pruebas y el equipo de protección personal, y dicen que debería haber procedimientos establecidos para los brotes en las escuelas. El lunes marcó el cuarto día de escuela cancelada.

Actualmente, Chicago tiene programas de prueba opcionales para estudiantes de escuelas públicas. Pero el sindicato dijo que no hay suficientes personas que opten por participar y que sería mejor tener un programa de exclusión voluntaria.

Sharkey sostuvo que cuando se trata de controlar brotes en las escuelas, si demasiados educadores, personal o estudiantes están fuera debido a COVID, vale la pena volver temporalmente al aprendizaje remoto.

“Si dices que todo va bien en la escuela y la mitad de los estudiantes no se presentan, no estás aprendiendo nada para la mitad de los estudiantes”, argumentó Sharkey.

Señaló que si el 25 % del personal, el 30 % de los estudiantes de primaria o el 25 % de los estudiantes de secundaria están ausentes debido a la COVID, debería ser una señal para que las escuelas individuales se conecten y permitan que los casos disminuyan.

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